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Zubiaga: 'Los detalles vascos indican mi presencia en los cómics'

Tras trabajar varios años entre otras para la editorial Marvel, el dibujante y escritor vizcaíno Guillermo Zubiaga presenta las versiones en euskera y castellano de "Joanes or the Basque Whaler".
Viñeta dibujada por Guillermo Zubiaga para Marvel en la que aparece un cartel de Negu Gorriak.

El creador de cómics vasco Guillermo Zubiaga presenta estos días las adaptaciones a euskera y castellano de las aventuras, publicadas originalmente en inglés, de Joanes, un pescador de ballenas vasco en Terranova.

La serie de historias escrita por Zubiaga y protagonizadas por un personaje con el poco casual nombre de Joanes está inspirada en dos de los textos más antiguos nunca hallados en Norteamérica: sendos testamentos de los balleneros vascos Juan Martinez de Larrume, fechado en 1577, y Joannes de Echaniz, de 1584.

Guillermo Zubiaga, que estará este fin de semana en el Salón de Cómic de Getxo, ha desarrollado, ya antes de publicar sus historias sobre el pescador de ballenas vascas Joanes, una larga carrera en el mundo del cómic que lo ha llevado a trabajar para editoriales como Marvel, para la que dibujó en la serie “X-Force”, e Image Comics.

Zubiaga se las ha ingeniado, además, para hacer un hueco desde Nueva York, donde trabaja, a la imagenería vasca, y ha colado palabras en euskera o, por ejemplo, carteles del grupo Negu Gorriak o portadas de la ficticia revista “Kaixo” en las historias de superhéroes que ilustraba.

guillermo Zubiaga comic komikia

eitb-com  ha hablado con Guillermo Zubiaga sobre su singladura en el mundo del cómic.

¿Cuál fue la pista que te hizo acercarte a los arrantzales que se dedicaban a la caza de ballenas en Terranova?

Recuerdo que aún de estudiante universitario, mientras trabajaba para una estudio de animación (dibujos animados), un día uno de los trabajadores trajo una caja repleta de ejemplares de la revista National Geographic del año 1985, con un artículo verdaderamente sugerente de Selma Huxley (luego Selma Barkham) sobre el descubrimiento del Ballenero San Juan en Red Bay, puerto conocido en su día como Butus.

Todo ello me confirmó una serie de sospechas que yo tenía sobre el tema, y de alguna forma encendió una chispa en mí para la concepción y posterior realización del libro con los balleneros vascos como línea central para la novela gráfica.

Joanes edo baleazale euskalduna Guillermo Zubiaga komikia

Portada de 'Joanes edo baleazale euskalduna'

Detrás del personaje de tu historia, Joanes, se esconde una a mención Joanes de Etxaniz, pescador de ballenas oriotarra que falleció en 1584 y que legó el testamento más antiguo conservado en Canadá…

Sí, precisamente es uno de los tres documentos  escritos más antiguos de Norteamérica junto con otros dos testamentos, ambos también de arrantzales vascos: Juanes de Larrume, de 1577, y el recientemente descubierto por Michael Barkham (hijo de Selma ) de Domingo de Luca, del año 1563. ¡Verdaderamente sugerentes!

Se trata de pruebas irrefutables de la temprana presencia de nuestros antiguos balleneros en América.

Antes de que llegue la versión en euskera y castellano, lanzaste el cómic en inglés. ¿Por qué te decidiste por ese idioma?

Naturalmente, hallándome viviendo en EE. UU., tenía un sentido meramente práctico y lógico que su publicación fuese en ingles. Si bien es verdad que su publicador, el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, sugirió que la edición fuese en bilingüe, inglés-euskera.

Pero yo, cortésmente, me opuse: no me convenció su idea de que fuese alternando los dos idiomas en cada página; me alegro de que entendiesen mi postura. ¿Te imaginas lo raro que se hubiera visto? ¡No lo quiero ni pensar!

Hay que considerar que, al hacer el diseño de cada página, los bocadillos y los recuadros del texto han de ser tomados en cuenta para que la narrativa fluya convenientemente, el batiburrillo que se podría formar con dos idiomas para que la secuencia mantuviese sentido y fuese inteligible seria brutal.

Cada página dispone de un espacio intrínseco para su composición, y alternar los idiomas supondría mermar o alterar su espacio grafico, una parte fundamental del medio en los cómics.

Has trabajado para Marvel en las historias de la ‘X Force’, donde empezaste rellenando y perfilando fondos de obras firmadas por otros y luego conseguiste firmar tus propias obras. ¿Cómo se ha desarrollado tu carrera?

Sí, durante mis comienzos en la industria del cómic realicé lo que aquí se denomina ghosting, que, traducido como "fantasmeo" reconozco que un poco peyorativo sí que puede ser. Esta práctica hace referencia al hecho de que el trabajo del artista existe pero, como no está bajo contrato directo, su nombre no aparece en los créditos, y así su presencia pasa inadvertida, como la de un fantasma, que no un fantoche, ¿eh? ¡Cuidado! (risas).

El haberme visto involucrado en ese  tipo de  trabajo me supuso abrir los ojos ante una industria que de entrada es ya de por sí muy competitiva pero además muy estratificada, como la de una línea de montaje.

Y es que en ocasiones un mismo cómic se puede realizar entre seis o hasta más "amigos", si se toma en cuenta al escritor, al dibujante, el entintador… Además, cada uno de ellos por su parte puede tener uno o más "ghost" trabajando con él.

A pesar de todo lo sigo considerando una parte relevante de mi formación en el gremio para nada ajena a la relación tradicional de maestro-aprendiz.

Así pues, como sabia que desde el comienzo de mi andadura mi nombre no aparecería por lo menos inmediatamente en los créditos, comencé, tal vez de una forma seminconsciente o no, con un cometido muy serio a "ametrallar" una serie de sutiles (y no tan sutiles) detalles en los fondos de muchas páginas en cómic de “X-Force” para la Marvel.

Guillermo Zubiaga komikia comic

Detalle de las revistas "Kaixo" y "Pirineoa" en una viñeta de la editorial Marvel

Esos detalles pretendían, a pesar de todo, indicar mi presencia y mi particularidad. Me imaginé que no podría haber demasiados vascos trabajando en la  misma industria, sobre todo editores; así pues, plasmé lauburus, estalas funerarias o y algunos otros símbolos vascos por aquí o por allí: pósters de grupos de rock radical vasco como Negu Gorriak, pegatinas de EH, palabras en euskera, etc. Hice lo mismo para el título “Witchblade” y “Hell Hole”, de Image Comics.

En ningún momento pensé que estaba haciendo algo indebido como "irme de rositas"; lo peor que podría haber sucedido es que algún editor hubiese notado algo que no considerara lo suficientemente serio y, tras ver en él un señal de alarma, que me hubiese pedido que lo borrase o lo dibujase diferente. Afortunadamente para mí, nada de eso ocurrió nunca.

Por el contrario, lo que ocurrió fue que cuando algunos de los cómics para los que trabajé se publicaron a vuestro lado del “charco” todos esos guiños vascos que pensé que había camuflado discretamente fueron descubiertos hasta que finalmente la Universidad de Nevada obtuvo noticias de mis "aventuras".

En retrospectiva, creo que mi cometido como "fantasma", por seminconsciente que pudiera ser, fue fundamental para la posterior materialización de “Joanes”.

¿Cómo ves el actual panorama del cómic vasco?

Respecto al cómic que se desarrolla directamente en Euskal Herria, debo decir que realmente no lo sé, porque lo desconozco y no he trabajado en él.

A pesar de ello, por lo que me llega por amigos y compañeros, diría que lleva experimentando un muy notable y envidiable boom. Es muy satisfactorio ver cómo se van desarrollando cada vez más ediciones de salones de cómic como el de Getxo, Iruña o Baiona, así como en Basauri o Komikigunea en Donostia etc.

¿En qué proyectos trabajas ahora?

Actualmente estoy trabajando en dos proyectos. El primero de ellos, es sobre “1615 Spanveyavigín”, la trágica matanza de unos balleneros vascos en una expedición a Islandia.

El segundo es otra novela gráfica titulada “Liberty”, un relato de ficción sobre una superheroína asalariada por el Gobierno hasta que pierde su trabajo y se ve obligada a trabajar como maestra sustituta para un colegio público en el Bronx. Afectada por su pérdida languidece y se convierte en alcohólica.

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