¿De dónde viene la energía que consumimos en Euskadi?

La Comunidad Autónoma Vasca está muy lejos de ser autosuficiente energéticamente, es decir, de producir la energía que todas nuestras actividades, ya sean productivas, sociales o meramente vitales, van a necesitar.

En 2020 (los últimos datos que tenemos), tres cuartas partas de la energía demandada por la CAV corresponden a derivados del petróleo y gas natural. El crudo y sus derivados representan casi la mitad del total (44 %) y el gas natural, un tercio (33,9 %).

Las energías renovables representan tan solo el 11,7 % de la demanda, mientras la importación de energía eléctrica supone el 9,8 %. Un 0,3 % residual corresponde al carbón y sus derivados.

No es raro que el 44 % de la energía demandada corresponda al petróleo y sus derivados. No en vano, el sector del transporte demanda la mayor parte de esta energía y el gasóleo de automoción representa el 77,6 % de las toneladas de derivados del petróleo consumidas en la CAV.

Estos derivados se refinan en la planta de Petronor en Muskiz (Bizkaia). El crudo llega mayoritariamente de México (más de 2 500 000 toneladas), Rusia (casi 1 800 000 toneladas) y el Mar del Norte (más de 1 000 000 toneladas).

El gas natural es demandado principalmente por la industria (43,5 %) y las centrales termoeléctricas (26,6 %). La demanda residencial representa el 11,5 %. ¿Pero de dónde viene?

Lo recibimos principalmente en barcos que llegan a la planta de regasificación de Bahía de Bizkaia Gas, en el puerto de Bilbao. Algunas de las cisternas se reparten desde aquí a otros puntos del Norte peninsular y Francia, y la CAV también recibe alguna cantidad desde Barcelona y Sagunto (Valencia). La de Zierbena (Bizkaia) es la planta del Estado español que más descargas ha recibido.

¿De dónde viene el gas a Euskadi?

• Rusia
• Estados Unidos
• Trinidad y Tobago
• Nigeria
• Guinea
• Noruega
• Perú
• Francia
• Angola

¿Y cómo van las energías renovables? Su peso es escaso, y en la producción eléctrica renovable tienen un peso similar la hidroeléctrica, la biomasa y la eólica, quedando la fotovoltaica en el último lugar, aunque ha sido la que más ha aumentado.

Como hemos visto, la CAV depende mucho del exterior. La tasa de autoabastecimiento de Euskadi se encuentra en torno al 10 %, o lo que es lo mismo, que casi toda la energía que necesitamos la conseguimos fuera. Esta dependencia energética es muy alta incluso comparada con el entorno de la Unión Europea, donde también impera la dependencia.