Visto para sentencia el juicio contra Mario López, para quien piden 14-18 años de cárcel

El juicio contra el exentrenador de baloncesto Mario López, acusado de un delito continuado de agresión sexual a una jugadora cuando ella contaba con 13 años, ha quedado este jueves visto para sentencia tras el desarrollo de las pruebas periciales, los informes definitivos de las partes y la declaración final del procesado.

La Audiencia Provincial de Bizkaia ha celebrado la última sesión del juicio, donde la Fiscalía y la acusación particular han mantenido sus peticiones de 14 y 18 años de cárcel. El Ministerio Fiscal ha solicitado, así mismo, la prohibición de acercarse al lugar donde resida la víctima por un periodo de 10 años y una indemnización de 20 000 euros. La acusación particular ha elevado la indemnización a los 150 000 euros. La defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución.

El acusado ha hecho uso de su derecho a última palabra para insistir en que la mantenida con la menor fue "una relación de cariño y respeto". 

El juicio, que se ha desarrollado a puerta cerrada para garantizar la intimidad de la denunciante, arrancó el pasado martes con las declaraciones del acusado, la víctima, que testificó protegida por un biombo, y la psiquiatra que la trata.

En su declaración, el exentrenador del equipo de baloncesto femenino de Gernika afirmó ante el juez que mantuvo una "relación de tipo platónico, sin ningún tipo de contenido sexual" con la menor.

Ayer, en la segunda sesión, declararon una docena de antiguas compañeras de la víctima, entrenadores y directivos del club de baloncesto Gernika, representantes de la Federación de Arbitraje y la exmujer del técnico.

La víctima, que fue diagnosticada con trastorno por estrés postraumático y ha necesitado tratamiento psicológico, denunció los hechos en diciembre de 2023. La Fiscalía relata que desde julio de 1998 —cuando el hombre tenía 31 años y ella 13—, y durante tres años, la solía llevar "bajo excusas" a su casa, donde tenían relaciones sexuales sin el consentimiento de la niña "y que fueron motivadas por la intimidación que sentía respecto al procesado".