Juana Rivas traslada a la Justicia italiana audios antiguos de sus hijos sobre presuntos episodios de maltrato

Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que fue condenada a dos años y medio de cárcel y posteriormente indultada parcialmente acusada de sustracción de menores por intentar proteger a sus dos hijos de su exmarido maltratador Francesco Arcuri, ha trasladado a la Justicia italiana audios y mensajes de texto antiguos que sus hijos le enviaban como "llamada de auxilio" cuando vivían con el padre y en los que narran presuntos episodios de maltrato. Uno de ellos, perteneciente al hijo que ya es mayor de edad, ha sido difundido este lunes a la prensa ante el temor de que el hermano pequeño, de 11 años, pueda volver ahora a Italia, una vez que los tribunales de este país han concedido la custodia en exclusiva al padre.

En el audio remitido a la madre el 16 de abril de 2019, cuando tenía 13 años, Gabriel Arcuri —que ahora con 18 ha autorizado su difusión—, narra que el padre le ha "pegado" y también a su hermano pequeño "en la cabeza muy fuerte". "Me cogió del brazo y me tiró contra la pared, a Dani le hizo lo mismo, lo levantó de la camiseta y lo tiró en la escalera y se hizo daño en la espalda, y se quedó llorando en el suelo", agrega en el audio, al tiempo que narra diversos insultos proferidos por el padre contra ambos y su negativa a llamar a su madre en ese momento.

Los abogados de Juana Rivas censuran que la Justicia italiana haya concedido la custodia del hijo pequeño, Daniel, al padre pese a que está "procesado en ese país por maltratarle y condenado en España por violencia de género". Relatan en un comunicado que tanto esta grabación, como otros audios y mensajes de texto similares emitidos por Daniel y Gabriel, partes médicos, fotografías de lesiones y declaraciones de testigos (entre otras pruebas) han sido presentadas a la Justicia italiana y a la Justicia española.

"Especialmente importante" consideran el testimonio prestado por Daniel el pasado 7 de enero ante la Jueza de Guardia de Granada, quien le escuchó por primera y única vez en España, y decidió dar "plena credibilidad al menor y protegerle" suspendiendo la entrega del niño al padre provisionalmente hasta que se resolviera sobre este asunto.