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Hungría: otro referéndum innecesario

El Gobierno húngaro lleva meses haciendo una feroz campaña contra los refugiados, a los que acusa de delincuentes y de poner en peligro la identidad cristiana de Hungría.

Hay referéndums que no hacen falta. Por ejemplo, el que ha convocado el Gobierno de Hungría para el 2 de octubre. El presidente húngaro, Viktor Orban, se niega a recibir a los 1.300 refugiados que le tocaron a Hungría en el reparto que decidió la Unión Europea el pasado septiembre.

El Gobierno lleva meses haciendo una feroz campaña contra los refugiados, a los que acusa de delincuentes y de poner en peligro la identidad cristiana de Hungría. Y, además, tal como ha planteado la pregunta del referéndum, Orban da a entender que todo eso lo hace para preservar la soberanía de Hungría.

En esas condiciones, es evidente cuál va a ser el resultado del referéndum. Orban ya tiene la mayoría parlamentaria suficiente para desarrollar su política contra los refugiados. Lo que quiere es que todos los húngaros se hagan responsables de esa política y para eso convoca el referéndum, para decir luego que el racismo no es culpa suya, que es lo que pide la gente.

Esto es algo parecido a lo sucedido en Gran Bretaña. Ya se lo dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a Cameron y los sucesivos gobiernos británicos: Llevan ustedes décadas diciéndoles a los británicos que la Unión Europea es mala, en lugar de explicarles sus ventajas, y entonces ¿qué esperaban que votase la gente?

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