Italia podría precipitar a la Eurozona a una crisis

Los mercados financieros miran con nerviosismo a Italia este viernes. El presidente Draghi había presentado su dimisión este jueves, porque había perdido el apoyo del Movimiento 5 Estrellas en la coalición de gobierno. Aunque horas después el presidente de la república Sergio Mattarella se la rechazó, el país no ha salido de la incertidumbre.

La crisis llega en un mal momento para Italia. El país se estaba recuperando de las severas restricciones impuestas por la pandemia cuando estalló la guerra de Ucrania y la crisis energética. La recuperación económica, que comenzó el pasado año, vuelve a pisar un terreno inestable.

Debido a la inflación, El Banco Central Europeo ha elevado los tipos de interés y está dejando de financiar la deuda pública italiana como la de otros países europeos, o lo hace de forma más reservada. En cualquier caso, se pretende que Italia aprenda a financiar su propria deuda.

En estas circunstancias, Draghi quiere abandonar el gobierno, incluso cuando goza de un mayor apoyo de los mercados financieros y de las empresas de los que gozaron cualquiera de sus antecesores. Ahora, aunque el presidente Mattarella ha rechazado su dimisión, el país está bloqueado y se enfrenta a un vacío político.

El lunes miembros del gobierno viajan a Argelia, el principal abastecedor de gas de Italia. El miércoles Draghi comparece ante el parlamento. Lo que sucederá después es una incógnita. Esa incertidumbre es veneno para la economía en un país como Italia que necesita de un liderazgo fuerte. El jueves la bolsa italiana sufrió una caída de más del 3,4%, si bien este viernes se ha estabilizado sobre todo en el sector bancario.

En cualquier caso, la prima de riesgo de Italia (el diferencial entre los tipos de interés de la deuda pública a 10 años respecto a la deuda alemana) se ha disparado un 5 %, hasta llegar a los 222 puntos. Si bien este nivel es todavía muy inferior al de los anteriores periodos de crisis, es de nuevo Italia un factor de inseguridad. La dimensión del país, mucho mayor que Grecia, hace que podría precipitar en una crisis a toda la Eurozona.