La incineradora de Zubieta quema nueve toneladas de basura en su fase de pruebas

La incineradora de Gipuzkoa ha concluido "con éxito" su primera prueba de combustión de residuos, en la que se han quemado nueve toneladas de basura, como paso previo a su entrada en funcionamiento en el primer trimestre de 2020.

En esta fase, y antes de llegar este jueves y este viernes a la primera combustión, se ha efectuado "un minucioso proceso de comprobación de todos los sistemas de control", tras lo cual se ha realizado el precalentamiento de los hornos para "curar el material refractario y evitar que un cambio de temperatura excesivamente brusco pudiera afectar a los materiales" con los que están revestido.

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa recuerda que la temperatura de combustión supera los 1.000 grados centígrados con el fin de que en el proceso se destruyan las dioxinas y furanos presentes en la basura.

Cuando la instalación esté plenamente operativa tendrá una capacidad para quemar 12,5 toneladas por hora en cada uno de sus dos hornos, por lo que podría superar las 100.000 toneladas anuales.

(Manifestación contra la incineradora en San Sebastián. Foto de archivo: EiTB)

Por otro lado, el Movimiento contra la Incineración ha acusado este viernes al Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa de pretender "criminalizar" al "activismo social" contrario a la nueva infraestructura de Zubieta.

Errausketaren Aurkako Mugimendua (EAM) ha hecho esta denuncia en un comunicado, en el que informa de que la próxima semana cuatro personas serán "juzgadas" en San Sebastián acusadas de "desórdenes públicos" por la Ertzaintza durante su participación en una marcha "pacífica" que esta entidad organizó el año pasado.

Ha precisado que se trata de dos vecinos del barrio de Zubieta, entre los municipios de Donostia y Usurbil, otro de Lasarte-Oria y el cuarto domiciliado en la capital guipuzcoana, quienes han sido citados en un juzgado los días 4 y 9 de diciembre, y 9 de enero.

A su juicio, además de "criminalizar" sus protestas, los gobiernos vasco y guipuzcoano "quieren intimidar a los ciudadanos" que se oponen a la incineradora para que "la gente no participe" en las protestas, algo que, según aseguran, "no lo van a conseguir".

EAM se ha comprometido a seguir "luchando en el marco de la no violencia" contra dicha infraestructura y "provocar el choque de modelos" de gestión de residuos, porque, según han recalcado, "si se hace una separación eficaz, no se necesita ese monstruo tóxico".