Carmen Calvo defiende una ley trans "rigurosa" y "protectora de la infancia"

La diputada del PSOE y exvicepresidenta del Gobierno de España Carmen Calvo ha defendido este lunes que su formación, tras las enmiendas a la ley trans que se tramitarán "el miércoles a más tardar", aboga por una normativa "plenamente constitucional", que sea "rigurosa" y "protectora de la infancia".

Una infancia como "valor superior de la Constitución", ha resaltado Calvo a los periodistas tras un acto de Memoria Histórica en Córdoba, donde ha recordado que se debe sacar adelante "una legislación que será sometida al escrutinio del Tribunal Constitucional".

Por tanto, debe ser "absolutamente validada" sin que el PSOE tenga "ningún tipo de mácula como no la ha tenido hasta ahora", ha añadido Calvo, quien ha señalado que se pretende aprobar una ley "rigurosa" y "garantista" que no alteren "derechos que ya existen" y sobre todo con "los derechos de los menores", que es lo que otros países han tenido "hasta que rectificar", ha apuntado.

Calvo ha asegurado que lleva "meses escuchando a todos los colectivos" implicados, ya sean "profesionales de la medicina, de la pediatría, de la psiquiatría infantil o de la psicología en el ámbito educativo", además, de "juristas, asociaciones de padres" y cada uno "tienen una opinión sobre el asunto".

El grupo parlamentario socialista propone modificar el proyecto de la Ley Trans para que los menores de 16 años y mayores de 12 necesiten una autorización judicial para poder cambiar de sexo en el registro. El texto original de la ley trans contempla que los menores de 16 y mayores de 14 puedan cambiar de sexo en el registro "asistidos en el procedimiento por sus representantes legales", sin la necesidad de que lo autorice un juez.

No obstante, Unidas Podemos no está de acuerdo con estas modificaciones, y el debate seguirá previsiblemente encendido ya que la propuesta de los socialistas para que un juez avale el cambio de sexo registral de los menores de 16 años tampoco satisface a algunos colectivos feministas y ha enfadado al movimiento LGTBI.