La nueva normativa sobre estufas y chimeneas de leña que plantea Bruselas pone en alerta a los fabricantes

La reciente propuesta de la Unión Europea para restringir el uso de estufas y chimeneas de leña y pellets a partir de 2027 ha generado preocupación en Euskal Herria, donde la calefacción con biomasa es una tradición profundamente arraigada, especialmente en las zonas rurales. La propuesta tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono. Así, en dos años, Bruselas querría reducir en un tercio la contaminación de estos aparatos.

Los fabricantes señalan que reducir las emisiones a un tercio es imposible, que no está al alcance de las técnicas actuales, y mucho menos en un plazo de dos años. Así señalan que de aceptarse, esto supondría la prohibición de facto de los equipos de leña y pellet.

El documento propone unas restricciones de emisiones tan estrictas que casi el 100 % de las estufas y chimeneas de leña no se podrían utilizar, y la medida afectaría a 11.000 pequeñas empresas y 200.000 empleos, y es que, las industrias locales que producen venden e instalan estos sistemas de calefacción deberían cambiar radicalmente su forma de negocio.

En este sentido, los fabricantes de chimeneas y estufas de leña han pedido a la Comisión Europea que se elabore una normativa más equilibrada y viable y con plazos más realistas.

El proyecto se iba a presentar este pasado 12 de febrero, pero la Comisión Europea finalmente reculó y decidió retrasarlo. En cualquier caso, desde la Unión Europea señalan que la intención no es prohibir las chimeneas y los calentadores de madera, sino revisar el modelo EcoDesign, vigente desde 2022.

Ecodesign es una normativa aprobada por la Comisión Europea para combatir y mitigar los efectos del cambio climático, que afecta al diseño y comercialización de determinados productos, entre ellos, las chimeneas y estufas de leña. La norma obliga a los productores a cumplir determinados estándares de fabricación para hacer un uso eficiente de la energía y reducir las emisiones de gas.

En cualquier caso, lo que está encima de la mesa no es más que un borrador y, los fabricantes creen que, aunque en el futuro se aprobará una nueva normativa, será menos restrictiva. Queda por ver, por tanto, qué medidas se van a tomar, pero lo que está claro es que habrá modificaciones.