Crecen un 19 % los accidentes laborales en la CAV hasta julio, con 3400 más que en 2020

21 520 trabajadoras y trabajadores vascos sufrieron un accidente de trabajo que conllevó baja laboral en los siete primeros meses del año, lo que supone 3397 accidentados más que en el periodo entre enero y julio de 2020.

Este incremento del 18,7 % hasta julio de los siniestros (se tienen en cuenta los registrados en jornada de trabajo, más los sucedidos en el camino de ida o regreso del trabajo, además de las recaídas) duplica la subida del 8,5 % que se había registrado en el primer semestre.

Según datos de Osalan, los accidentes en jornada entre enero y julio ascendieron a 18 566 (el 19,3 % más), y los contabilizados 'in itinere', a 2040 (con un aumento del 14,7 %). Por su parte, las recaídas que conllevaron baja fueron 914 (el 16 % más).

Del total de accidentes en jornada de trabajo, 18 461 fueron leves (un 19,6 % más que en 2020), 90 graves (con un descenso del 12,6 %) y 15 mortales (la misma cifra que en 2020). Los siniestros 'in itinere' de carácter leve fueron 2027 (el 14,8 % más que el año pasado), hubo diez graves (11 en 2020) y tres fallecidos (uno más que en 2020).

Crecimiento en los tres territorios

Por territorios, la siniestralidad creció un 23,5 % en Álava, con 3318 accidentes en jornada de trabajo, un 19,8 % en Bizkaia, tras apuntar 9458 siniestros, y un 16,4 % en Gipuzkoa, al sumar 5790 percances.

El sector con más siniestros en jornada de trabajo fue Servicios (9995 accidentes), seguido de Industria (6018 siniestros), Construcción (2242 accidentados) y Agricultura, Ganadería y Pesca (311 bajas).

De esta forma, el sector con mayor siniestralidad laboral fue la Construcción (39,8 bajas por cada 1000 personas ocupadas), seguido de Industria (36,8 bajas), Primario (32,7 bajas por cada 1000 personas ocupadas), y Servicios (14,4 bajas por cada 1000 trabajadoras y trabajadores).

Por otra parte, Euskadi contabilizó, en el periodo entre enero y julio de 2021, 886 enfermedades profesionales nuevas que causaron baja laboral, lo que representa un ascenso del 20 % con respecto a las contabilizadas en 2020.

Los casos de enfermedades profesionales que no provocaron baja se elevaron a 889, un 26 % más que las 706 enfermedades sin ausencia laboral contabilizadas entre enero y julio de 2020.