AGRESIÓN SEXUAL
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Condenado a tres años un educador de un centro de menores por agredir a una niña tutelada en Gipuzkoa

El inculpado ha reconocido los hechos y las acusaciones han accedido a rebajar su petición de condena de once a tres años.
Juicio en la Audiencia de Gipuzkoa contra unos padres acusados de intentar asesinar a su bebé por el síndrome del niño zarandeado.
Imagen de archivo de la Audiencia de Gipuzkoa.

Un educador de un centro residencial de menores ha sido condenado a tres años de cárcel por agredir sexualmente, entre los años 2019 y 2022, a una niña en situación de desamparo, tutelada por la Diputación de Gipuzkoa, cuando ella tenía entre 13 y 14 años.

En un primer momento, la Fiscalía reclamaba once años de prisión para este hombre, aunque este lunes, momentos antes del inicio del juicio que ha tenido lugar en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, la defensa, la acusación particular, que ejerce la víctima, y la Fiscalía han alcanzado un acuerdo de conformidad.

Mediante este acuerdo, el inculpado ha reconocido los hechos y las acusaciones han accedido a rebajar su petición de condena. De esta manera, no ha sido necesario que la víctima, que actualmente es mayor de edad prestase declaración en la vista oral.

Además de la citada pena de prisión, el inculpado deberá compensar a la perjudicada con 16 000 euros por los daños morales sufridos y no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante doce años. Asimismo, una vez sea excarcelado, deberá permanecer siete años en situación de libertad vigilada.

El hombre también ha sido inhabilitado durante cinco años para cualquier actividad o profesión en la que tenga contacto con menores de edad durante cinco años.

Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos se produjeron en el citado centro de protección, ubicado en la localidad de Aia, donde el procesado, "actuando con evidente ánimo lúbrico", abusó de la menor "valiéndose de la condición de superioridad que le otorgaba su cargo de educador".

De esta manera, el hombre aprovechó la buena relación que tenía con la niña para pedirle que sacara fotos de sus partes íntimas, a cambio de dejarle su móvil, darle más comida o dinero. El procesado también practicó a la joven tocamientos en varias ocasiones.

El texto de la Fiscalía detalla además que en alguna oportunidad el varón ayudó a la menor a escaparse del centro y en otras dos ocasiones llegó a dormir en casa del educador, en camas separadas, mientras ella se encontraba fugada.

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