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CAF, la empresa vasca señalada por la ONU por lucrarse de la ocupación de Palestina

Un informe de la ONU, que será presentado el próximo lunes, sitúa a la empresa beasaindarra entre las compañías que se benefician de los crímenes de Israel en Palestina.

caf israel
Imagen de archivo.

La construcción de una línea de tren ligero que conecta colonias israelíes en Jerusalén Este ha vuelto a situar a la empresa CAF en el punto de mira de la ONU y de organizaciones de derechos humanos, que afirman que este proyecto ferroviario no solo consolida la ocupación de este territorio palestino, sino que dificulta una solución política.

La multinacional vasca ha sido acusada, en un informe de la relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, de lucrarse, junto a otras entidades occidentales, primero "de la ocupación ilegal israelí, del 'apartheid' y ahora del genocidio" del pueblo palestino.

CAF, que cuenta entre sus accionistas con el Gobierno vasco, trabajó hasta principios de este año en la ampliación de la Línea Roja del tranvía de Jerusalén y construye ahora la Línea Verde, que conectará asentamientos ilegales en Jerusalén Este. Según diferentes expertos y ONG como Amnistía Internacional, el proyecto ferroviario consolida la ilegal ocupación israelí sobre los territorios palestinos e impide una solución política al conflicto.

Ya en enero de 2019, el comité de empresa —en el que están representados varios sindicatos— pidió a CAF retirarse de la licitación del Gobierno de Israel (a la que concurrió en consorcio con la constructora israelí Shapir), por considerar que iba en contra "de la legalidad internacional".  "Consideramos que cualquier proyecto de tranvía, de cualquier ciudad del mundo, y por supuesto de Jerusalén, debe de producirse respetando los derechos humanos y la legalidad internacional", denunció el comité en un comunicado.

Amnistía Internacional, tras el informe de Albanese presentado el pasado 3 de julio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, volvió a subrayar que "el tren ligero contribuye al mantenimiento y consolidación de los asentamientos ilegales, a la ocupación ilegal y a la anexión de Jerusalén Este por parte de Israel".  Además, la ONG demandó a CAF que "abandone este proyecto y cualquier licitación impulsada por el Gobierno de Israel en el Territorio Palestino Ocupado”, según en un comunicado de Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.

Tranvías que conectan colonias

La Línea Roja, de 13,8 km y 23 estaciones, fue inaugurada en 2011 y une los asentamientos ilegales de French Hill (en el noreste de la ciudad), Givat HaMivtar y Pisgat Ze’ev, esta última la colonia más grande de Jerusalén Este, territorio ocupado por Israel tras la guerra de 1967 y anexionado de forma unilateral en 1980.  La ampliación de esta línea ha llevado además el tranvía hasta el asentamiento de Neve Yaakov, localizado también en territorio ocupado.

Además, la Línea Verde, que Israel espera inaugurar en 2026, conectará en el sur el asentamiento de Gilo —donde ya viven unos 30 000 israelíes— con la Universidad Hebrea en el monte Scopus, pasando, entre otros, por el asentamiento de Givat HaMatos, localizado también en el territorio ocupado de Jerusalén Este.

Para Aviv Tatarsky, investigador de la ONG israelí Ir Amim (que documenta la ocupación del este de Jerusalén), la importancia radica no tanto en que una creciente red de tranvías conecte asentamientos que ya cuentan con carreteras, sino en que esta infraestructura pública normalizará aún más la ocupación israelí y facilitará la expansión de las colonias israelíes en la ciudad.



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